UN NUEVO AÑO CON PAPA NOEL DE GUINEA ECUATORIAL
TEODORO NGUEMA OBIANG, VUELVE A IMPRESIONAR A LOS NIÑOS DE GUINEA ECUATORIAL CON LA ACOSTUMBRADA ENTREGA DE JUGUETES CON OCASIÓN A LA CELEBRACION DE LAS FIESTAS NAVIDEÑAS Y EL AÑO NUEVO.
Rubén Darío
Ndumu Bengono.
Durante más
de una década, Nguema Obiang Mangue, viene ayudando a los padres de los niños
en las fiestas navideñas regalando juguetes a todos los peques de las grandes
ciudades del ámbito nacional, un gesto que además, traspasó las fronteras para
otros peques del continente africano.
La explanada
de la catedral de Malabo, como punto clave de reencuentro entre el papa Noel de
Guinea Ecuatorial y todos los niños de
la capital, ha vuelto ser inundada en este año con numerosos niños ansiosos de hacerse con un juguete de navidad.
Suena la
sirena, y empieza la corrida, todos conmovidos porque llega el papá Noel, y fue
representado por el coordinador nacional, Cada uno buscando ser el primero en
hacerse con el juguete, los más pequeños que vienen solitarios, no encuentran
la salida, porque son aplastados por la multitud, en esta expedición muchos son
los casos registrados que podrían convertir la alegría en lamentaciones en los
hogares en plena navidad.
A pesar de
esta gentileza del vicepresidente de la República en compartir la navidad con
los pequeños, muchos padres consideran de “escándalo”
la actuación del comité organizador, que
incumple la hora publicada por los medios de comunicación, sobre la hora del
reparto de los juguetes, haciendo esperar más tiempo a los niños, lo cual, crea
así una preocupación a sus padres.
Desde las
ocho de la mañana, los pequeños ansiosos empezaban a aparecer en la plaza de la
catedral, han sido más de 7 horas de espera, se podía notar el cansancio en
muchos, “nos vamos a casa, ha sido un
sufrimiento inútil” expresaba una joven que traía a sus hermanitas al
encuentro, mientras regresaban con las manos vacías.
En la acostumbrada plaza de la catedral de
Malabo, a pesar de la ocasión del reparto de juguetes, es un lugar que le
encanta a los niños, muchos, aprovechaban disfrutarlo con sus amiguetes después
del cierre de los escolares, y visualizar la inmensa vista del paisaje que
ofrece el puerto, se les agota las energías para jugar, solo quedaba recibir un
regalo de navidad, por lo que, muchos vuelven a casa sin ver el color de los
regalos de papa Noel.
La comisión
responsable del reparto de los juguetes, iniciaba los trabajos sobre las 15h de
la tarde, fue un momento de mucho movimiento, gritos y mucha corrida, buscando
los chavos llegar siempre delante, lo cual era difícil.
Durante una
hora aproximadamente, se agotaron los juguetes, “los niños no se han dado cuenta”,
miles de niños se quedaron llorando en la plaza sin ninguna explicación de por
qué les han hecho esperar tanto tiempo, ni por qué se acabaronn los juguetes
tan temprano.
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